Hay algo especial en las cosas que no tienen un mensaje escrito.
Caminando por el canal de vuelta a casa, veo como la hierba es verde, puntiaguda.
No dice nada, no tiene mensaje. No tiene mensaje fijo. Puede que me transmita calma, o que me parezca bella. Tiene connotaciones simbólicas, quizás. Pero mirarla es un estudio de pura apariencia, en un principio.
El sonido que emiten los patos, es algo en si mismo, el sonido es todo el significado que se le puede atribuir. Yo lo escucho, y ese es el mensaje. Es como la forma por la forma.
A lo que quiero llegar con esto es que, hay algo en el canal que molesta. Algo que tiene contenido. Algo que tiene contenido fijo. Las señales.
Las ves, te dicen algo, y luego tienen una apariencia.
Están para que las interpretes, para que las interpretes de forma correcta.
Es como que hay un contraste entre lo desinteresado, la aintencionalidad y lo maquiavelo. Lo vacío de significado y lo cargado de contenido inteligible. (Vaya, ahora alguien va a pensar que digo que la naturaleza no es inteligible)
Quiero dejar para el recuerdo, este par de fotos. Y aprovecho la ubicuidad del internet para mandarte un beso electrónico.
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