7 de marzo de 2012

Hoy en día tenemos un problema.

Nos hemos olvidado de la sociedad en la que vivimos.
Estamos ultra-atomizados.

Solo necesitas verlo en el niño que zig-zageante camina, con fe ciega en su equilibrio, con sus ojos clavados en su móvil. Está solo. Callado. Mirando fijamente un rectángulo de imágenes cambiantes. Algo lejos de la realidad en la que vive, del aire que respira.


A ver, a lo que voy.

Vivimos en una democracia. La democracia requiere de participación, y aunque no cabe duda que cada uno puede elegir su grado de compromiso en el proceso, necesitamos que la participación sea la mayor posible.

El problema es que no hay tal participación y esto está jugando en nuestra contra. Debe haber entre los jóvenes y los mayores, mayores y jóvenes, un debate político abierto. Pero un discurso político que trascienda de las etiquetas y que sea un discurso radical (de raíz).

A fin y al cabo el Estado es el pueblo, aunque mas importante sea que el Estado sea el que maneja nuestro dinero.

Con todo esto quiero enfatizar que para poder mantener una conversación, como ciudadanos, necesitamos de civismo. No solo eso, sino que ademas de conocimiento y fruto de este de ideas. Ideas que se cultivan como individuo, con el tiempo, con la mirada al horizonte.

Es por esto que no podemos como ciudadanos delegar las decisiones al Estado (que mas que Estado es Corporación-Estado). Pero parece lógico que esta sea la dinámica ya que nadie puede discutir todo lo que el capitalismo nos ha hacho avanzar. (Mucho que discutir aquí...)


Lo que es verdaderamente preocupante es la privatización de los servicios y bienes públicos, ya que el bienestar de la nación no se puede medir en beneficios y perdidas.
Para poder combatir la desvergüenza, la avaricia y toda la mierda del mercado y esas cosas que no entiendo (no me quiero imaginar lo cabreado que tienes que estar para hacer modelos matemáticos para ganar dinero en la bolsa a través de programas informáticos).

Estamos en un momento critico y de cambio. El incremento de la matricula en las universidades es un punal en el corazon de la democracia impermisible.
No podemos permitir que como sociedad, nuestro hijos no puedan estudiar para poder luchar por sus intereses y ser parte del debate politico. Cosa para la que se necesita educacion e informacion.

Cuando se hacen recortes en educación o i+d+i solo estamos empeorando nuestras condiciones de vida futuras y de futuras generaciones.

Necesitamos educarnos, salir a la calle a protestar y reclamar lo que es nuestro. Un Estado que abogue por los derechos de sus ciudadanos, NO jilipolleces como la hija de Rajoy, la mierda de como van vestidas las hijas de Zapatero, que me importa un pito, etc. Necesitamos que cuando los jóvenes se encuentren hablen de sus ideas sus pensamientos, sus preocupaciones.

Necesitamos un cambio de chip, y aunque en definitiva es un cambio de cultura que solo puede realizarse con el tiempo, si no reivindicamos ahora, la distancia entre la sociedad y el individuo sera cada vez y cada vez mas larga. Una distancia invisible a niño, que con moral de perdedor solo mira al suelo. (Y es el momento en el que le pido a Jesus que le mande una hostia divina al sujeto, que le rompa el móvil y le rompa el brazo. Quizás en cama, con el respaldo erguido gane un poco de perspectiva)

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