30 de octubre de 2011


Me pregunto cuáles son las consecuencias de las plantas abiertas a nivel familiar/social.
Y cuál debiera ser la postura del arquitecto al manejar un espacio delimitado pero que al mismo tiempo es tan abierto, en resumen, dónde esta la barrera entre dentro y fuera.

Pienso que en un estado de bienestar maduro (ahora que el euro se asfixia, mientras China sujeta la manivela de la horca...En el caso de que nos compren la deuda) debería ser un espacio completamente abierto basado en el respeto y la tolerancia. Un espacio donde lo construido no tenga barreras, siendo los valores de uno mismo los límites a lo que consideramos no público.

Y quiero decir, despues de tanto parafrasearrrrrrrrrrrrrrr chorradas (estoy lejos de tomarme enserio) que las viviendas no tengan cercado o cualquier cosa que se le parezca. Seria un signo de armonia personal y colectiva.

¿Es es esto muy idealista?
Por favor, decirme que no.

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